
Me habitas, amor
pero no soy yo
es la noche quien te invoca
en la imagen que miro en el espejo
cuando el silencio rasga las horas
y en mis labios late
una luz de olvido
que pronuncia tu nombre
Me habitas, amor
pero no soy yo
es la noche quien te invoca
en la imagen que miro en el espejo
cuando el silencio rasga las horas
y en mis labios late
una luz de olvido
que pronuncia tu nombre
Posted in mircropoemas, tagged noche, Poesía on 08/06/2017|
Posted in Poesía, tagged charcos, ciudad, lluvia, luz, mojada, noche, perfume, reflejo, roto, tierra on 10/02/2016|
Tras la lluvia
la ciudad entera
se deshace entre la noche
solo queda el reflejo de la luz artificial
bailando sobre charcos rotos
y un leve perfume de tierra mojada
sobre el aire frío.
.
Posted in Presencias poéticas, tagged abismo, blues, final, herida, night, noche, palabra, Rossetti, tiniebla on 15/01/2016|
«Cada palabra es una herida mortal,
Debo tener cuidado».
Jorge Díaz
Noche, palabra mía henchida de sucesos.
La aflicción, el vacío, la muerte, la tiniebla
avivan en tus sílabas sus temores y ansiase
Extenuado nombre, fatigada corola,
para caer de ti como cansino pétalo,
o hundirse en tus confines, abiertos,
afilados, beso ardiente, última sensación,
locura extrema.
Noche, noche, amor mío,
¿es que acaso me atreveré a saltar
traspasada de ti hasta la muerte?
Lengua: nupcial espada.
Apenas te mencione, convocadas estrellas
insistirán solícitas mostrando el desvarío
de tus ojos vibrátiles.
Oh noche, qué incitante, qué turbadora eres;
madre y devoradora, acercas tu regazo,
y cómo quiero huir, cómo desertar quiero
de tus lágrimas ávidas, cómo intento esconderme
de tus manos, oh noche, mi tristeza.
Y quizá seas la única, la palabra final
que todo amor explique. Y el estremecimiento.
Y el magnífico instante que ni aun la memoria
más fiel y enamorada consiente en repetir.
Noche, tristeza mía, todavía es posible
que te llame, y me abreve en el láudano amargo
que destilan tus letras. Que a tu herida me entregue
y a tu abismo, mi tristeza, mi noche,
todavía es posible.
Oh noche mía, acaso… acaso te amaría.
Notas para un blues
Do
lor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa.
Por estar irremediablemente contigo en mí.
Re
cordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que
mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes,
ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la
alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates.
Mi
edo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar.
Fa
cilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren la
puerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando
menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia
de mis llaves.
Sol
o he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante
o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones.
Quizá es que sea imposible elegir.
La
bios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan
sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor.
Si
crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te
equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas
para no tener que interrogarlas.
Posted in Del amor, mircropoemas, Poesía, tagged noche, oasis, razón, recuerdo on 28/10/2015|
Despedida del soldado en la estación, (2ª Guerra Mundial)
Anclaré tus ojos en mis razones
como si no hubiera más razón en el mundo
y el oasis de la noche fuese
solo tu recuerdo
en la paz y en la batalla.
Luna de agosto
luna absoluta
rotundidad en la noche
inevitable hechizo de sangre blanca
sobre la tierra a tus pies derretida
Posted in Poesía, tagged alcantarilla, amo, artificial, cuerda, noche on 02/06/2015|
Es de noche
la ciudad es la vida
sobre la cuerda floja
los últimos harapos del día
cubren su pálpito
entre duendes que se esconden
jugando con un sol que no calienta
El amor artificial
corre veloz por las alcantarillas
hasta un lugar oscuro y sucio
donde morir desangrado.
A.Andrés. 2013
Posted in mircropoemas, tagged angustia, corazón, elocuencia, noche, silencio on 22/05/2015|
Me gusta escuchar la elocuencia del silencio
cuando grita su angustia eterna desde el corazón